Con el equipaje de las canciones y los relatos de su cultura Chickasaw, la vida de Te Ata fue un largo viaje siguiendo una llamada interior, que culminaría con su reconocimiento internacional como actriz y como defensora de los derechos humanos. De todas las historias que contaba, ninguna más inspiradora que la de su propia vida.
Sobrina del Gobernador de la la Nación Chickasaw, hija de indio y alemana, se convertirá en la primera mujer india en estudiar en la Universidad para Mujeres de Oklahoma. Allí desarrolla su talento natural de actriz, y tratará de abrirse paso profesionalmente en Broadway.