Año 2003. Larry “Doc” Shepherd reúne a sus dos mejores amigos para llevar a cabo una última misión: enterrar al hijo de Doc, fallecido en la Guerra de Irak. Doc se niega a que el cuerpo de su hijo sea llevado al cementerio de Arlington, y con la ayuda de Sal y Mueller trasladará el féretro en un viaje donde los tres recordarán cómo la participación en la guerra de Vietnam afectó a sus vidas. Sugerente reflexión acerca del sentido de la vida. El modo en que discurre todo está muy bien planteado: poco conocemos las circunstancias de lo ocurrido en Vietnam e Irak, de modo que la reunión después de tanto tiempo, se presenta como oportunidad para reparar errores y crecer como personas. El film muestra, en los dramas personales, un delicado equilibrio, pues existe espacio para la risa y para la lágrima.