Marco Montes pasa por malos momentos. Distanciado de su esposa, vive ahora temporalmente con su autoritaria madre. Para colmo, tras un altercado en un partido profesional de baloncesto pierde su trabajo de entrenador y además tiene la mala fortuna de ser detenido por conducir ebrio. La sentencia que tendrá que cumplir será la de hacer trabajos sociales durante tres meses. Su cometido: entrenar al baloncesto a un grupo de discapacitados intelectuales.