Conor es un adolescente que crece en un hogar roto, sus padres se separaron, él se quedó con su madre en Inglaterra, el padre formó una nueva familia en Los Ángeles. Un cáncer con mal pronóstico que padece la madre hace sufrir al chaval, que se refugia en su imaginación y su habilidad para el dibujo, mientras se hacen preparativos para que vaya a vivir con la abuela, y sufre el “bullying” de algunos compañeros de clase. En esta tesitura de sufrimiento, un monstruo con aspecto de gigantesco árbol comienza a visitarle por las noches, justo siete minutos después de la medianoche. Promete contarle tres relatos que deben ayudarle a afrontar sus personales miedos, tras las cuales será Conor quien deba componer su propia y última narración, siendo el protagonista de la misma.